No eres nadie hasta que alguien te quiere.

Siempre, tú.

Después de palos y palos, por fin tengo mi limonada -por aquello que dicen que si la vida te da palos, hazte una cabaña, lo que es igual que si la vida te da limones, hazte una limonada-.

Todas las decisiones que tomamos en la vida,son imprescindibles, y mira que yo soy de dejarme llevar, pero ahora solo siento dolor, pena y miedo. Dolor por todo lo que he tenido que pasar, que a mis 16 añitos, fiera... es lo suyo; pena por todos los que ya no estáis a mi lado que prometíais el cielo y acabásteis en el lodo; y miedo de perderte. De perder lo que me hace levantarme con una sonrisa, de perder la única persona que sigue en pie, caminando a mi vera, de perderte a ti también grandullón. Quince..

..nunca te vayas.