expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

miércoles, 2 de julio de 2014

¿Vivir? ¿Sobrevivir?

     A lo largo de nuestras vidas lidiamos con gente, con animales, con cosas... aprendemos mucho del mundo que nos rodea, pero aún habiendo gente intelectual, gente superdotada, arquitectos, ingenieros, médicos, etc., no sabemos hacer lo más importante; no sabemos vivir. Habla, habla con cualquier persona cercana y comprobarás que antes todo era distinto, que antes la gente vivía, y ahora simplemente sobrevivimos al mañana. Antiguamente, hasta enamorarse era distinto. Se colgaban de una sonrisa y no había corte profundo que separara a esas dos personas que simplemente se querían; ahora, es muy complicado encontrar a alguien que se enamore realmente y no se canse de tus defectos a la mínima. Hay que aprender a querer las espinas de la rosa, aceptar que las nubes grises forman parte del paisaje, y chico, si no ibas a aceptar sus demonios... ¡no haberla sacado de su infierno! Hoy por hoy, son todo quejas, mentiras, engaños, hipocresías... ¡¡no sabéis querer!! Y no me incluyo, porque otra cosa puede que no, pero querer... le quiero a rabiar y no, no hay quien me tache de ser algo que no soy, de vender la moto, de aparentar. Claro que me he equivocado, tú, pequeño lector, también, pero no pasa nada, aunque seas cirujano, abogado o el más pacífico de los altos cargos, te has equivocado, y no te tienen que tachar por ello, porque haciéndolo, esas personas, también se están equivocando.  Y si aún no fuera bastante con todos los problemas que vemos día tras día, nos empeñamos a crearlos en casa, en uno mismo... No hacemos nada para cambiar este mundo y solo nos limitamos a pensar, a creer, a imaginarnos sin prejuicios, pero cada día son más las críticas a pensamientos ajenos, qué paradoja, ¿no crees?