expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

lunes, 21 de abril de 2014

No te miento cuando digo que estoy bien.

     Ando sin rumbo, con la brújula sin flechas y el corazón en un puño por si un día me da por escribir cada rincón de mí. Voy ganando fe en mi misma y no es posible que hasta una sonrisa pueda hacerme llorar, no, hoy no. Hoy las sonrisas van a ser por los que siguen, y por cada salto al vacío en ese vaso sin llenar. ¿Qué? Si no hay agua, no nado; y si la hay, no me pienso ahogar, es así de simple. Lo que viene por lo que se va, y ya iba siendo hora de desalojar espacio de mi mente en gente sin importancia que se cree importante. Basta ya de echar de menos cosas que sigo teniendo al lado, y basta de lloros por un futuro que es eso, futuro. Lo que tenga que venir, que venga, no pienso correr más. Huir cansa. 

                                                                                                                                        

No hay comentarios:

Publicar un comentario