expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

sábado, 23 de julio de 2011

¿Para qué llorar si siempre hay un motivo por el que sonreír?

Cuando no puedo más, cuando estoy harta de todo, cuando desearía ser invisible, ¿sabéis que hago? Escucho música & veo fotos antiguas, de mi infancia. Sí, cuando todo era fácil, cuando echábamos a suertes quien se la picaba al escondite o al pilla-pilla. Eso eran momentos felices. Ahora todo son desilusiones, todo lleno de falsos & de bordes, a los que se les escapa la fuerza por la boca & no saben lo que dicen, pero que aunque no lo sepan, hacen daño, mucho daño.
Que en estos momentos no tengo ganas de nada, solo de vivir la vida & que un puto subnormal que se aburre no me va a derrumbar. Que aunque me den bajones, yo solita me puedo levantar, porque no, NADIE se acerca a preguntarme que me pasa, & los que se acercan son solo mis amigas, mis amigas de verdad, las de siempre, las de toda la vida, no cuatro gilipollas que vienen de muy buenas por delante pero que por detrás de ponen verde.
Que paso ya de todo el mundo, si me quieres ver bien, me ves & si no AJO&AGUA chaval, que por una vez en mi vida sé lo que quiero & quiero ser feliz. No por nadie, sino por mi misma.
Que si crees que me importas, pide turno, coge asiento & espera a que me importe, ¿vale? Pues eso.
& una cosa, ¿sabéis porqué sonrío? Por la gente que se preocupa por mí, no por imbéciles que solo hacen daño..

No hay comentarios:

Publicar un comentario